Según van pasando los años, y cuando pienso que mi capacidad de sorpresa con las charcuteras en España ya ha sobrepasado el límite, siempre hay alguien que me sorprende, que fue el caso de quien escribo en esta entrada.Todo comienza un día en el que me llaman para mandarme a la entrevista del cliente, Atos, otros que también se merecerían una entrada aparte, pero que lo haré aquí. El caso es que el mismo día que hice la entrevist en Atos me llaman para incorporarme al proyecto al día siguiente. Genial, sin firmar contrato, y sin materiales imprescindibles, en este caso un portátil proporcionado por ellos, ya que en las instalaciones de Atos se trabajaba con los mismos. Decir que el sueldo era bajo, y que el trabajo era de Miércoles a Domingo. Comencemos con los "pequeños" imprevistos: Nos citan a las 10 de la mañana, y la persona que nos tiene que recoger aparece a las 11:30, porque se le había estropeado su portátil. El primer día me lo paso de formación a base de pizarra y de otros compañeros, puesto que no tenía ni mis compañeros ni yo portátil ni nada (me diréis qué se puede aprender viendo cómo hacen el trabajo los demás, es como querer aprender a conducir viendo cómo conduce tu compañero). El segundo día, al fin, vamos a firmar el contrato: me tuvieron esperando más de una hora porque les dio la gana y, sorpresa, a mis compañeros sí que le dieron portátil pero a mí no, porque todavía no se les habían traído (¿he dicho que el portátil era imprescindible para este trabajo?). Me marcho con un mosqueo considerable y al día siguiente, otra en la frente: nuestro horario de Miércoles a Domingo incluía festivos y fiestas de guardar, y todo esto en pleno Diciembre, donde el siguiente festivo era el Sábado día 6. Bueno, pero da igual, porque lo pagarán a precio de festivo... ERROR, en el contrato hicieron una triquiñuela sobre la cual nuestro salario, una mierda, era por concepto de salario base MÁS PLUSES DE PRODUCTIVIDAD, incluídos los festivos y las horas nocturnas. Trataron de enmendarlo con falsas promesas, muy desmontables por otro lado. La gota que colmó el vaso sucedió el día 5 de Diciembre: habían conseguido trabajar desde casa los fines de semana, pero como no teníamos ni idea querían que viniésemos tanto el Sábado 6 como el Domingo 7, y repito sabiendo que esos días festivos no nos lo iban a pagar como tales, aun jurándonos y perjurándonos que sí. Ahí fue cuando dije hasta aquí hemos llegado, y el día 5 les envié mi carta de baja. Bye bye Serem. Nunca mais. Para teminar comentar que el trabajo en cliente era de todo menos liviano, y no porque fuera complicado, sino porque tanto como Atos como el cliente final, Vodafone, se conjuraban para que todo saliese mal: Vodafone daba los usuarios y contraseñas con cuentagotas y no había ni mucho menos para todos, había que acceder a sus aplicaciones por máquina virtual, con el retraso que eso significaba, les exigían realizar a cada uno, una serie de incidencias al día que eran imposibles de realizar con las herramientas que disponían, incluídos nosotros, que tras 3 días seguíamos sin tener ni idea... Estaba afectando a mi estado de ánimo y, aunque sin nada, perdí dinero pero gané en calidad de vida.
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